jueves, 13 de diciembre de 2012

“Finanzas para PEQUES: sentando bases para la formación de niños con un futuro financiero”


“Finanzas para PEQUES: sentando bases para la formación de niños con un futuro financiero”

Finanzas para peques, es un servicio social creado por la SALAF para fomentar la cultura financiera en los niños en comunidades de escasos recursos. En este artículo en particular, les platicaré un poco de mis experiencias específicamente en La Alianza, en la Escuela Primaria Beatriz I. Casso Treviño, tratando de con el artículo pasado     y con este, generar o crear una idea de lo que representa ser parte de “finanzas para peques”, en esta segunda parte, les platicaré un poco más de las actividades que conformaron la segunda etapa del servicio, así como un poco de los niños, ya que, platiqué con dos de ellos y les hice una serie de preguntas, acerca de lo que más les gusto, que cambiarían y de qué manera sienten que éstas clases y éstos conocimientos lograron quedarse o cambiar de cierta manera su forma de pensar y por ende su vida.

Para empezar, es importante señalar un poco, como es que este servicio está conformado, las actividades principales y el objetivo. Un salón conformado por 35 niños con las ganas, disposición y deseos de aprender y participar y un equipo de 5 compañeros (Rigo, César, Artemio, Magaly y yo, Astrid), en donde juntos, tanto alumnos como maestros buscamos que este servicio, sea más que una clase más o un servicio más, sino una experiencia enriquecedora que nos haga crecer y aprender a todos de igual manera.

Una de las actividades que más causo revuelo – sin olvidar los cochinitos y la de “los frijolitos”- fue una  creada por nuestro compañero César, en donde para asemejar lo que conlleva tener cargas en nuestras finanzas, los niños jugaron en el patio a intentar representar lo difícil que es cargar con estos múltiples pagos que atrasados o no, no te dejan seguir, fluir o en este caso caminar de manera normal y relajada. En este juego los niños hacían una fila, y primero caminaba uno (el responsable de los pagos, y en sí de las finanzas) y después conforme fuera caminando o viviendo, iba acumulando pagos, y éstos pagos se representaban con otros niños que se iban adhiriendo a las filas, quienes se tomaban de una pierna y un brazo, para de esta manera asemejar lo que representa traer estos pagos- o niños- como carga o responsabilidad.

Esta actividad la realizamos en el patio de la escuela, y primero hicimos las ya dos mencionadas filas, una de niños y otra de niñas e intentamos que aunque al principio la carga fue demasiada llegando al punto en que los niños ya no podían caminar y se caían, en las siguientes se dieron cuenta la tranquilidad y facilidad que conlleva el no contraer tanta carga, y en la última ocasión hubo una tercera fila, la de los maestros, donde mostramos que con menos carga ganábamos la carrera, es decir, se va más rápido y se trabaja mejor, cuanta menos carga traigas como responsabilidad. Demostrando que es necesario analizar y reflexionar cada vez que te vayas a comprometer a “cargar” algo más, es decir, a hacerte responsable de otro pago, pensando si verdaderamente te sería útil y por último si es necesario o no, es decir, preguntarte si, ¿vale la pena el costo por el beneficio?
Por otra parte, volvimos a realizar la actividad de los frijolitos, ya que por un lado, los niños mostraron demasiado interés y diversión con este ejercicio, y por otro lado, al ser realizada por segunda ocasión en la penúltima sesión, queríamos observar que tanto, sabían y podían aplicar todo lo aprendido a lo largo de las sesiones. La dinámica siguió el mismo proceso que el anterior, pero en esta sesión se observó una notable mejoría, ya que, los niños supieron organizarse más y ya no se gastaron –como en la actividad anterior- todo el “dinero” o frijolitos, en entretenimiento. Ahora desde el principio, todos mostraron interés en primero pagar por estudiar, para que así les pagaran más en el trabajo y en lugar de usar su dinero en cosas innecesarias, lo usaron en comprar despensas, ropa, medicamento y más estudio. Debido a que se hizo un énfasis en que si continuabas los estudios (había 4 niveles distintos) y alcanzabas niveles más altos, en el trabajo te iban a pagar cada vez más, porque contabas con un nivel superior de educación. Al final de esta actividad, como ya se mencionó se mostró que los niños entendieron y supieron aplicar a esta actividad, las prioridades, tema de gran importancia en el curso, en donde lograron diferenciar las cosas necesarias como la comida, educación y vestimenta de cosas innecesarias como el cine, los juguetes, es decir, del entretenimiento.

Por último, en la sesión final llevamos premios a los primeros tres lugares de la actividad de los frijolitos, quienes aparte de pagar su deuda inicial al banco, realizar las compras necesarias (comida, vestimenta y medicamentos) y pagar sus estudios, lograron ahorrar, uno de los objetivos principales de este curso, por lo que consideramos apropiado que fueran premiados, para así mostrar que cuando te organizas, haces tus pagos a tiempo, haces prioridades y ahorras, al final de todo te verás recompensado de alguna manera.
En esta última sesión, tuve la oportunidad de platicar con dos de los niños ganadores de la actividad de los frijolitos, Maritza Viera Flores de 8 años y Alexander Sánchez también de 8 años de edad. Maritza, mencionó que su actividad favorita fue precisamente la de los frijolitos, también dijo que si ahorraba y que su objetivo era comprarse: colores, pincelines, marcadores, plumas, libretas y un celular, para así tomarle fotos a su mamá, a su hermano y al rancho. Por otro lado, dijo que antes del curso no ahorraba y después de las clases y de aprender todos los beneficios que ahorrar trae consigo, se dispuso a ahorrar, lo único que no le gustaba, es que a veces su papá le pedía el dinero y ya no se lo regresaba, pero después mencionó que el origen del dinero era de su papá y su abuelita- así que suponemos que en cierta manera, sí se lo regresaba. De igual manera, señaló que le gustaron mucho las clases, que aprendió muchas cosas y que lo que más se le “quedó” fueron los tipos de seguros y los intereses buenos y malos.

Por último, Alexander también mencionó que le gustaron mucho las clases, que desde que empezaron se puso a ahorrar porque busca, cuando esté grande, comprarse una casa. Señala que su abuelita es la que le da el dinero, que él después ahorra y que lo que más recuerda de haber aprendido son los intereses buenos y malos, señalando por último que estaba muy contento con su regalo, mostrándolo con una sonrisa enorme.

Para finalizar, creo que la recompensa más grande para todos nosotros, los que formamos parte de este servicio, es saber que de alguna u otra manera inferimos en la vida de éstos niños, ya que de acuerdo a las actividades, mostraron que lo aprendido en clase, logró rebasar estas barreras de que lo aprendido en el salón de clases solo queda como teoría, sino al contrario mostrándonos con sus sueños y sus acciones, que en la práctica también saben que es ahorrar, que son los intereses, qué son los seguros, etc…

Y quiero añadir, que el objetivo que teníamos al empezar este servicio, se cumplió, y éste no solo era –aunque sí muy importante- que los niños aprendieran los principios básicos de la cultura financiera, sino también que todos los sueños son alcanzables y que todos tenemos en nosotros la capacidad de volverlos realidad, solo se necesita organización y planeación. Al final de todo, los niños y nosotros entendimos, que el cumplir nuestros sueños y alcanzar nuestras metas, depende solamente de nosotros.

Autora: Astrid Salazar.