miércoles, 24 de abril de 2013

Describe a los adultos de esa comunidad



Describe a los adultos de esa comunidad 

Antes de iniciar el servicio social en Valle de la Esperanza se nos proporcionaron muchas recomendaciones, así como breves descripciones de la situación en las que las personas de esta comunidad viven. Basándonos en esas descripciones mis compañeros de equipo y yo preparamos materiales y ejemplos que pudiesen ayudar a comprender los temas que íbamos a abordar con los adultos que asistiesen a la sesión. De algo que nos percatamos es que las personas de esta comunidad tienen prácticamente las mismas necesidades y preocupaciones que nosotros. Uno de los primeros temas que abordamos con los asistentes a la primera sesión fue el ahorro. Revisando las terminologías como consumo inteligente, ahorro, gastos hormiga entre otros nos percatamos que uno de los principales problemas que enfrenta esta comunidad es la falta de información.

Revisando ejemplos dados por los asistentes, nos percatamos que realmente las personas no saben la relación de cuánto dinero ganan y cuánto dinero gastan. Detectamos que no existe un control ni estructura de los gastos familiares. Realmente de un promedio de 4 integrantes por familia sólo 1 conoce (no al 100%) y trata de administrar los gastos. Para poder resolver este problema fue necesario iniciar un proceso de concientización con los asistentes, así como la elaboración de recomendaciones para informarle a la familia cuál es su situación financiera. Uno de los ejercicios que sugerimos fue aterrizar los ingresos y gastos de la familia y compartirlos. El compartir esta información tiene como finalidad hacer ver a todos lo miembros en que  se va el dinero y construir técnicas para aprovechar sus recursos de la mejor manera posible. Una vez que se aterrizaron todos los gastos se sugirieron técnicas para pronosticar cómo se iban a comportar sus ahorros en base a sus gastos e ingresos. Esta actividad de pronóstico de ahorro tuvo muy buena aceptación, muchos de los participantes reconocieron que es la única forma de administrar los recursos familiares, inclusive indicaron que esta práctica debería de ser compartida no solamente a los adultos si no a los jóvenes también para crear una cultura de ahorro que les pudiese ayudar a formar un patrimonio.







Autor: Pablo Salvador de la Peña 

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